lunes, septiembre 26, 2005

Hoy no es 30 de Abril

La visita de un subordinado del jefe esta mañana, me hace pensar a posteriori los verdaderos motivos que oculta. No puedo aceptar a éstas alturas de la historia, que crea que no tiene nada que ver en todo ésto. El (subordinado) también estaba citado, pero se excusó por tener tareas urgentes que resolver. Ha venido a pedirme colaboración para realizar unas tareas que el traidor se ha negado a hacer (y le competen en exclusiva), pero no se percata de que ya no acepto ese tipo de chantajes ¡Ni por un cerro de euros! Solo espero, y será pronto, que alguien con capacidad para ello, tome la decisión más acertada para todos. Pero, por favor no me tomen por tonto. No voy a aceptar sin contrapartidas, asumir responsabilidades que corresponden al traidor, ahora que se está derrumbando la estructura laboral, por culpa de los listos de arriba, no voy a olvidar lo que me han hecho pasar. Yo no soy imprescindible, así que... no me pidan ayuda, cuando antes quisieron deshacerse de mi, no pensaron en ésta situación. Y eso que contaban con mejores datos que yo, para suponerlo. Entonces muchos sabían ya lo que iba a ocurrir. Todos miran a otro lado y la tormenta ya está aquí. Mañana espero novedades.