sábado, diciembre 10, 2005

Requiem por el gorrión

Abandonado en la más absoluta tristeza, sin saber que hacer, todo el día deambulando por la casa más fría del planeta. Repentinamente recordé, que hacía tiempo que no revisaba el nivel de agua. No me refiero a eso que se hace levantando el capó de tu coche y mirando a ver si tiene líquido elemento o, en caso contrario, rellenar el depósito no sea que la cagues. No, no era eso. Resulta que en ésta "mansión" todo está muy viejo y falla más de lo debido. En el caso de hoy me refiero al calentador de agua , pongo una palangana debajo porque gotea, sobre todo en verano. Ahí estaba, justo al lado de la palngana de las pelotas. Un gorrión muerto, supongo que de frío. No hemos llegado aún al invierno, pero hoy el termómetro que tengo ahi mismo marcaba 3,9 ºC. El pájaro habría estado buscando refugio o bien, un lugar digno para abandonarse a la muerte. Mierda, ésto no es nada bueno. Todo lo contrario, aumenta mi angustia. No lo puedo remediar, es una época mala para mí. Esas heridas que dicen las cura el tiempo, no me cicatrizan. Para rematar la faena, se acerca la época del año que más jode si la tienes que pasar en solitario. Alguien llamará, recibiré felecitaciones navideñas de alguien que está haciendo campaña comercial, claro. Pero te lo comes tu solito, majo. Todo el mundo intentando ser féliz, alguno lo consigue. Se juntan las familias, amigos y parientes. Se lo beben todo, rien y lloran. No por favor, no os acordéis de mí. No soporto, encima, provocar compasión o pena. No quiero seguir así. El gorrión no será recordado por nadie, pero me eligió a mí, para morir en mi casa, para apretar el nudo que tengo en la garganta desde hace mucho tiempo. Que seáis felices.