lunes, enero 09, 2006

Tabaco

Por fin se acabó lo que se daba. Ha llegado la ley anti-tabaco. La ley de los nuevos puritanos. La ley hecha por alguien que no ha fumado nunca, pero que detesta a los que, de vez en cuando, disfrutamos de un cigarrillo. Evidentemente, es alguien que padece carencias afectivas, es más, yo diría que no es amado por nadie; de lo contrario, no se entiende ese afán por joder al prójimo. Yo que llevo más de 30 años fumando, sé de que hablo: Nadie me pagará una cura de desintoxicación, siempre respeté los lugares donde no se fumaba, los despachos de la gente sin vicio, sus casas; los transportes públicos. En todo éste tiempo de consumidor compulsivo de tabaco, no he hecho gasto de un sólo céntimo de los impuestos que gravan el tabaco, no he estado un sólo segundo de baja por enfermedad. Y creo, de verdad, que me he ganado el derecho a morir de cáncer de pulmón, con todos los gastos pagados unas siete u ocho veces, por lo menos. Con una sola vez sería suficiente. Pero, eso sí, reconozco que el humo del tabaco, es molesto para mucha gente. Pero no paso por que me digan que los convierto en fumadores pasivos. ¡No existe tal cosa! O fumas o te molesta el humo, punto final.

lunes, enero 02, 2006

Christmas revisited (I)

Hago ya un resumen festivo-navideño, porque si pasa algo malo, me rindo. No llego a comprenderlo del todo, porque yo comence mi andadura en solitario sin mucha necesidad de compañía, he pasado así los tres primeros años, en independencia, en el cuarto, su presencia ya pesaba mucho, y se añadió a la carga, la ruptura total con otra persona, que no viene al caso. Las anteriores navidades fueron menos malas, pero malas a fin de cuentas. Había algún contacto esporádico, y muy de vez en cuando una llamada. Recuerdo que desde Septiembre 2004 no nos vimos hasta bien entrado el 2005. Lejos de curar la herida de la ausencia, ésta no ha cicatrizado aún. No se puede decir que nos hemos visto en algun lugar tranquilo y pausado, como si fuera una cita (¡Que más quisiera yo!). Pero nos hemos visto varias veces, y aunque, breves instantes, son para mí, como un fuego que no quema pero marca. No es nada pasional, ni siquiera es el sentimiento que otros conocen como "amor". No encuentro, a excepción de su especial belleza (son mis ojos), nada compatible y sí un caracter arrollador, hiperactivo, incansable. Yo no podría seguir su ritmo, lo sé. Pero no puedo olvidarla. Otras veces he pasado por algo similar; incluso creo recordar que en una ocasión fué más poderoso ese sentimiento. Evidentemente yo era más joven. Y más recientemente me pasó con otra mujer con la que casi no llegué a cruzar palabra. Pero ella tenía, en cierto sentido, un mayor poder de subyugación. Casi no tuve tiempo de reaccionar cuando desapareció, casi tan bruscamente como llegó. Desde entonces no pensé que me volvería a pasar, pero la convivencia casi a diario, lo hizo posible. Había un cariño de compañeros, hablábamos mucho, poco a poco me acostumbre a su cercanía, a su presencia. Y sabía que no era para mí. Alguien ocupaba ese espacio. Y no cuidaba la hacienda (es una forma de hablar); tal vez, ingenuo de mi, yo paliaba esa carencia. Pero no era así, al menos hasta hace una semana. Y la he vuelto a ver en la distancia. No había pasado unas navidades peores en mi vida. ¡Hasta he llorado por amor!